Hernán Caire, fana del Ciclón, contó detalles de su encuentro con el Papa: "Fui el día que jugamos con Nacional en Asunción y me dijo: '¿Qué hacés acá? ¡Hoy tenemos que ganar!'". También se refirió a la vuelta a Boedo: "Ojalá sea lo más rápido posible".

El barrio, y la herencia familiar, lo hicieron cuervo. Fanático. Enfermo del Ciclón. "Nací en Tejedor y Doblas, a siete cuadras del Viejo Gasómetro, donde si Dios nos acompaña se verá el estadio Papa Francisco", se embaló Hernán Caire, conductor televisivo que también sueña con la vuelta a Boedo.
"Me hice cuervo por tradición familiar. Mi abuelo Mariano López era un enfermo de San Lorenzo, vivía adentro del club. Era amigo de los jugadores. Cuando mi abuelo falleció se hizo un minuto de silencio", contó, emocionado.
En diálogo con Mundo Azulgrana, sitio a que elogió durante toda la entrevista, reconoció que fue inmensa su alegría por ganar la Copa Libertadores, pero que su emoción mayor se dio en Arroyito: "Emoción hasta las lágrimas fue en el 95, en la cancha de Rosario Central. Verlo al Bambino llorar. Estaba atrás en el banco de suplentes, y me mandé a la cancha. Fue recontra súper emocionante. Tremenda esa noche", recuerda.
"Quería ganar la Libertadores más por mis viejos, por esa generación. Nosotros seguro vamos a ver más Copas. Abrazarme y llorar con ellos fue emocionante", agregó Caire, que hace poco tuvo la bendición del Papa Francisco.
- ¿Cómo se dio tu encuentro con Francisco?
- Para mí como católico e hincha de San Lorenzo era un sueño. Estaba en Madrid trabajando para Antena 3. Estando allá mandé una carta a la embajada argentina en el Vaticano. Me gestionaron visitar al Papa en la audiencia pública. Me recibió en la Sala Paulo VI. También me emocioné hasta las lágrimas. Fue lo más cerca de Dios que pude estar.
- ¿Qué cosas te dijo Francisco cuando te reconoció? ¿Hablaste de San Lorenzo?
- Me acerco a hablar y le digo “buenos días, su Santidad. Gracias por recibirme. Tenemos la misma pasión…”. Me interrumpe y me dice: “Sí, lo sé. Hoy jugamos”. Claro, fue el día que jugábamos por la noche en Paraguay con Nacional. Entonces me pregunta: “¿Qué hacés acá?”. Le expliqué que vine por laburo y me dijo: “¡Tenemos que ganar!”. Después le dije que en el bolsillo como cábala tengo la réplica de su carnet en el bolsillo. Desde ahí no salvamos del descenso, salimos campeones y si Dios quiere ganamos la Libertadores, le expliqué. Sonrío y no lo podía creer.
- ¿Te sorprendió algo en particular de Francisco cuando lo viste más allá del Ciclón?
- Le mostré la foto de mi hija Valentina, de quien me preguntó si era cuerva. Es muy atento el Papa. Es muy nuestro, muy argentino y querible. Tiene magia Francisco con la gente. Tiene mucho ida y vuelta con la gente. Encima es cuervo. Era mi sueño conocer un Papa, más para mí que fui al colegio José de Calasanz. Es un Papa carismático, divertido. A otro no te le podías a acercar, y yo lo pude abrazar. El te hace sentir que sos como él. Es un ser común, que le tocó ser Papa. Y quiere devolverle todo a a la gente. Es grande por su humildad.
- ¿Vas a volver para agradecerle por la Copa?
- En algún momento voy a ir. Me dijeron de la Embajada del Vaticano para ir cuando fueron ahora los jugadores con la Copa, pero no pude porque estoy con mucho trabajo. Sé que en algún momento lo voy a cruzar y le daré las infinitas gracias. Su carnet sigue dando frutos. Seguirá en mi bolsillo por los siglos de los siglos.
- ¿Cómo es seguir al Ciclón desde Paraguay?
- Se hace difícil porque a mí me gusta ir a la cancha. Sobre todo con mi familia, desde la platea Norte Alta. Era un momento difícil de trabajo, y tuve esta oportunidad en Paraguay, país al que estoy eternamente agradecido por cómo me abrieron las puertas. Tengo muchos amigos allá y los hago ver siempre a San Lorenzo, hasta con un asado de por medio. Después cargo a los de Cerro Porteño, que les digo que somos el verdadero Ciclón, ja. Pero ellos nos bancan mucho.
- ¿Tenés conocidos de Nacional, el rival de la Final?
- La verdad que no. Allá está muy dividido entre Cerro y Olimpia. Son un 45 por ciento de Cerro y otro 45 de Olimpia. El 10 por ciento restante se reparte entre el resto.
- ¿Te imaginás pronto al Ciclón jugando en Boedo?
- Claro que sí. Fui uno de los primeros en aportar el metro cuadrado. Ahí tengo orgulloso el carnet que me mandó el club como socio refundador. Sería la coronación a un ciclo de una generación que queremos ver a San Lorenzo ver en Boedo. Por la gente grande que vio a un San Lorenzo inmenso en avenida La Plata. Ojalá el Papa, la mano de Dios hagan que sea lo más rápido posible. Tarde o temprano, todo vuelve. Se hace justicia. El que hace bien, le vuelve bien. Y San Lorenzo hizo las cosas bien.
- Recorriste Europa con la casaca de San Lorenzo, ¿estás pensando en ir a Marruecos?
- Sí, Javier de Lotto me hizo una camiseta y la llevé por todos lados. Me cruzaba con argentinos y cuervos. Yo quería ir con la azulgrana a la cancha del Barcelona, que me encanta cómo juegan. Era mi sueño conocer su estadio con la camiseta del Ciclón. Me saqué una foto con la Champions diciendo “ojalá en Argentina pueda levantar la Libertadores”. Ojalá podamos levantar la Copa del Mundial de Clubes. Me gustaría ir, pero me tienen que dar el permiso en el trabajo. Es otro sueño.
- ¿Te gustaría hacer algo en San Lorenzo?
- Siempre estoy para cuando me necesiten. Como conductor o locutor. Se lo dije a Marcelo Tinelli, que escribió la página de oro de San Lorenzo de Almagro. Lo banco a morir.

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